Como ingeniero de mezcla entiendo que puede llegar a ser algo abrumadora la transición entre el proceso de pre-producción y el de post-producción de una canción. Desde abordar al ingeniero de mezcla con el que quieres trabajar, hasta entregarle correctamente toda la información para que tu visión cómo artista o productor se vea reflejada lo más fiel y auténticamente posible.
Con esta guía quiero darles un punto inicial para tener la sesión preparada para el ingeniero de mezcla. Esto les ahorrará tiempo a las dos partes, el artista y el ingeniero, y logrará una línea de trabajo más eficiente durante la primera etapa de la mezcla.
Comunicación con el Ingeniero de Mezcla. Aunque sabemos que la música habla por sí sola, es importante poner en contexto al ingeniero de mezcla antes de que comience a trabajar. Cuales son tus expectativas y/o las del artista/banda, si se requiere hacer algo particular en alguna sección de la canción o sencillamente las referencias sobre la tonalidad general o estilo que se busca en la mezcla.
Rough Mix. Hacer un rough mix cuando acabes la etapa de producción para que el ingeniero de mezcla tenga una idea sobre el planteamiento de la producción (balance general, paneos, efectos, etc). Esto se hace debido a que lo mas probable es que el ingeniero de mezcla no tenga las mismas herramientas que tu (DAW, plugins, etc).
Evitar Peaks. Procurar que tus canales estén entre -20 y -15 dBFS Peak para tener el mejor headroom y gain staging al comenzar la mezcla. Lo más importante es evitar clips, ya que cuando esto ocurre en el mundo digital, la señal de audio se deforma, degradando la calidad del audio de una manera significante.
Fase. Chequea la fase entre tus canales, el sonido puede cambiar drásticamente si tus audios no están en fase. Hay que tener en cuenta que a veces se buscan ciertas sonoridades donde la fase no está alineada al 100% (lofi, vintage, etc).
Nombramiento de Canales / Archivos de Audio. Siempre nombra tus canales de una manera clara. La meta es que cualquier persona sepa lo que contiene cada canal o archivo de audio sin necesidad de reproducirlos.
Organización de la Sesión. Si el ingeniero de mezcla usa el mismo DAW donde has estado trabajando, organiza la sesión de manera que todos los instrumentos de un mismo tipo estén juntos. Ej: Batería (kick, snare, hh, toms, OHs, etc), todas las guitarras juntas, los sintetizadores, etc.
Sincronización de los Archivos. Si el ingeniero de mezcla no usa el mismo DAW donde has estado trabajando, se debe enviar los archivos de cada canal por separado. Para asegurarse de que todos los archivos se reproducen de manera correcta en la línea de tiempo (correctamente posicionados), hay que consolidar todos los canales de tu sesión desde el beat 1 del compás más temprano de tu sesión donde no esté sonando nada. Esto nos garantiza que el ingeniero de mezcla pueda reproducir todos los archivos de audio de manera correcta. Adicionalmente, se le debe anunciar al ingeniero de mezcla el BPM / tempo y métrica de la canción, así su sesión representará la grilla similar a tu sesión, facilitando el uso de efectos de tiempo como delays, etc.
Si tu sesión tiene cambios de BPM / tempo, métrica y/o tienes markers de las secciones de tu canción qué son importantes para la comunicación con el ingeniero de mezcla, dicha data se puede enviar fácilmente exportando un archivo midi desde tu sesión. Dicho archivo midi no tiene que tener las notas de la canción, o los arreglos, sino que se usará su ‘metadata’ para obtener los datos de tempo, métrica, y demás información de tu sesión al momento de que el ingeniero de mezcla lo importe en su sesión. Este archivo midi debería tener una nota al comienzo de la sesión (bar 1 beat 1) y mantendrá toda la metadata de la que se habló siempre y cuando sea un archivo midi de tipo 0. Este es el formato por defecto de la mayoría de DAW al exportar midi.
Nota: Si sientes que es necesario, o el ingeniero te pide ver más de tu sesión puedes recurrir a archivos OMF o AAF. Estos se usan para transferir la información de tu línea de tiempo ya sea entre DAWs o entre software de edición de video y DAWs. La diferencia entre un OMF y AAF es que el AAF al ser un formato más nuevo permite una mayor cantidad de información, y contiene las automatizaciones de volumen y los nombres de tus tracks, mientras el OMF no.
Manejo de Efectos. Asegúrate de que si tienes efectos o procesos que estén apoyando el diseño sonoro de tu producción, o que simplemente quieras mantener definitivamente en la mezcla, estos estén impresos, ya sea como efectos paralelos, o bien impresos con el instrumento al que están afectando. Si no estás seguro/a de dichos efectos o crees que el ingeniero de mezcla puede crearlos de una mejor manera, exporta dichos efectos en paralelo (un canal sin el efecto y otro con el efecto).
Sample Rate y Bit Depth. Para garantizar una calidad mínima profesional, es importante trabajar al menos en 44.1kHz - 24 bits. Aunque personalmente recomiendo trabajar como mínimo en 48kHz - 32 bits. Sin importar el sample rate y el bit depth de tu sesión, se recomienda enviar al ingeniero de mezcla la sesión / archivos con la configuración nativa, nunca enviar menor a la que has estado trabajando. El master final lo más seguro que se hará a 44.1kHz - 16 bits. Se recomienda dejar al ingeniero de mastering realizar el downsample, ya que esa persona realizará el proceso final de la canción.
Estos son los puntos de partida que yo como ingeniero de mezcla busco al momento de empezar a trabajar en un proyecto. Si el artista llega con la sesión y la data de esta manera desde el comienzo, el proceso de mezcla empezará mucho más rápido y sin fricción ya que tendré una idea clara de qué es cada archivo, y una construcción de la sesión desde la metadata inmediatamente al abrir los archivos. No tendré que adivinar, ni poner mi energía tratando de descifrar cada cosa, sino que podré empezar a mezclar casi que desde la hora 0.